jueves, 21 de octubre de 2010

XXVI

inocencia, tórrido óbito en descomposición
tras defenestrar mi musa de octubre,
¿donde estará mi pequeña estrella de oriente?
de seguro no bajo mi abrazo sin lumbre;
me quema y arde el estomago
de sabores que por imaginar me turben,
pero desfallezco sin besos
y se enroca mi conciencia sin sus aludes.